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  • Foto del escritorMoviVargas

Murió Rubín

Por Francisco Gatell

‌Esta mañana al despertar, tomé el teléfono, me metí en uno de los grupos de WhatsApp y lo primero que ví fue la lamentable noticia del fallecimiento de José Rubín. Seguramente me hubiese encontrado con lo mismo de haber ingresado en cualquier otro grupo político o de Vargas. Es difícil estar en alguna tertulia política, en las que se cuentan victorias regionales de tiempos de democracia y que su nombre no salga a la luz. Así era el impacto de Rubín. José María Rubín de Armas nació en Valle de la Pascua (estado Guárico) y llego al Litoral Central en los primeros años de su niñez. Estudio en la escuela Francisco fajardo de Macuto y realizó sus estudios universitarios b en la Universidad Central del Venezuela dónde se tituló como economista. En la vida institucional de la región, se desempeño como Concejal por el Distrito Federal electo en 1973; mientras que en la vida Nacional fungió como Cónsul de Venezuela en Boston entre 1977 y 1978; Diputado del Congreso de la República en tres periodos consecutivos desde 1983 hasta 1998 y fue el principal artífice y promotor de la Ley para la creación del estado Vargas. Asimismo, formó parte de varias organizaciones de sociales, destacando su función como Vicepresidente de la Fundación de Ciencia Naturales de la Salle. A lo interno del partido (Acción Democrática), Rubín se desempeñó en el Comité Ejecutivo Seccional Vargas como Secretario de Profesionales y Técnicos, Secretario de Organización Seccional en dos oportunidades (1972-1975 y 1975 - 1977) , Secretario General desde 1981- 1985 y 1985 -1992) y en el mismo año de 1992 pasa a ocupar la Secretaría Política Nacional del Comité Ejecutivo Nacional de AD. Los que lo conocieron afirman que era un persona metódica y organizada hasta el extremo, un líder comprometido a tiempo completo con el bienestar social y un Político de altura y de honestidad intachable. En Vargas, Rubín era conocido por propios y extraños. Cuando hablan de él, a los propios se les siente en el tono de voz, cierta mística, como si hablarán de una leyenda. Los extraños, luego de mencionar algunas "críticas" no pueden evitar expresar admiración. La verdad es que, con cierto pesar, no recuerdo a Rubín, yo era muy joven cuando se alejó de la vida pública; sin embargo lo siento cerca, porque a pesar de los hechos, él sigue cerca de la gente que está cerca de mi; por lo tanto, desde este espacio, le dedico estas humildes palabras para que sirvan de conmemoración de la vida de una de las personalidades más emblemáticas de la historia contemporánea de esta región. Murió Rubín, pero su legado está vivo en todos los que trabajan por un estado Vargas democrático, próspero y autónomo.

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