por Willmary Comus Ay! amor ya no me quieras tanto, dice la letra de una canción, pidiendo también perdón al amado por solo causarle llanto. La recordé cuando vi el estado de las playas cuando finaliza la semana flexible.
Tanto los playeros que la disfrutan, como los trabajadores que viven de ella, dicen amar la playa, pero no lo demuestran. Al menos en Los Corales, he notado que la dejan sucia en semana radical para limpiarla en flexible. Una acción criminal acorde con la mentalidad de las cooperativas playeras y la de irresponsables visitantes, que no han entendido lo que significa el turismo y la importancia de este recurso natural.
En la política sucede algo semejante. Muchos dicen amar su tierra, al punto de dar la vida por ella, de ser necesario, pero ocupados los cargos solo desangran sus
arcas, olvidando rápidamente anteriores afirmaciones.
Hoy en tiempo electoral pido a los candidatos que revisen lo que significa amar, y no sucumban ante la corrupción que en definitiva solo causa daño a su amada región.
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